miércoles, 2 de febrero de 2011

LOS ESTRAGOS DE LA CORRUPCION EN VERACRUZ. HERENCIA DE FIDEL HERRERA

MANO DURA DE BUGANZA EN CONTRA INVASORES Y TRANSPORTISTAS CHANTAJISTAS. “Como han pasado los años, como han cambiado las cosas y las vueltas que da la vida”, frase de un tema musical de Rafael ferro y Roberto Livi y que muchos artistas latinos hicieron éxito. Quizá parte de todo esto, viene relacionado con la experiencia de la galopante corrupción que hemos tenido que sufrir los mexicanos y en particular el estado de Veracruz. Es del dominio público de cómo se han tergiversados los mandatos de los gobiernos federales, estatales y municipales, después del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y para ser bien claros, a partir del gobierno de Luis Echeverría quien inició la escuela de la corrupción en nuestro país, siguiendo con ejemplos claros las actuaciones de los gobiernos priistas, hasta Carlos Salinas de Gortari.



Los saqueos de las empresas paraestatales, como PEMEX, CONASUPO, FERROCARRILES NACIONALES DE MÉXICO, COMISION FEDERAL DE ELECTRICIDAD, TELEFONOS DE MÉXICO y otras tantas empresas mexicanas que fueron víctimas de criminales saqueos antes de ser entregadas a la iniciativa privada a precios irrisorios. Un ejemplo lo tenemos con el hermano del ex presidente Carlos Salinas, Raúl Salinas, quien saqueo la extinta paraestatal Conasupo, y alcanzo a Petróleos Mexicanos.



Todo esto y las costumbres ya arraigadas permean en el ambiente político de nuestro país, y por eso nos seguimos lamentando, el porque nos va mal, porque siempre estamos en crisis. México como país da para más. La culpa la tenemos todos, con esto no quiero decir “la Corrupción somos todos”, pero eso sí, somos quienes solapamos a nuestros gobernantes, al permitirles hacer una serie de ilegalidades y cochupos dicen otros, etc.



La “Opacidad” o falta de transparencia en todos los niveles de gobierno, provoca en muchas ocasiones la impunidad de los responsables de la administración pública.



En México este fenómeno provoca la reducción de oportunidades de crecimiento y desarrollo, a nivel de empresas y por ende una nula generación de empleos.



La opacidad según el despacho PWC “Price Waterhouse Coopers”, tiene que ver con el accionar de cinco factores claves que contribuyen o limitan la transparencia, sobre todo de los mercados de capitales y también en el ambiente económico general, los cuales son medibles desde: El nivel de corrupción, El sistema legal, Política económica, Normas contables y de información y los Regímenes reguladores.



En nuestro país para que una empresa fructifique sus negocios, ya sea persona física o moral, destina un 20% en corrupción casi obligada, adicional a los gastos de operación más impuestos que por ley debe de cubrir. Independientemente que como ciudadanos común y corriente percibimos y vivimos las prácticas como el nepotismo, favoritismos, reservaciones de plazas, financiamiento secreto de partidos y relaciones sospechosas entre negocios y gobierno. Eso sin contar las relaciones que se están dando entre la clase política y la delincuencia organizada.



En el gobierno del presidente Felipe Calderón, hace unos días a través de la Secretaría de la Función Pública (SFP) anunció sanciones contra doce funcionarios de Pemex Petroquímica quienes presuntamente realizaron "compras irregulares en 2006".



Esta acción es una buena señal de que se puede combatir la corrupción, lo mismo sucede con la lucha contra el crimen organizado, la cual los partidos políticos y los propios políticos que tienen sus vínculos en este sector, han estado minimizando.



En Veracruz el gobernador Javier Duarte de Ochoa como que empieza a dar señales de que quiere, pero no debe, eso según sus excelsos asesores. Me refiero a combatir la corrupción, heredada por el “maestro” Fidel Herrera Beltrán. En estas líneas siempre hemos sido claros y contundentes en señalar la ineficacia, la intolerancia, los cochupos y acciones negativas implantadas por Fidel Herrera Beltrán y su grupito de porros de la Universidad, algunos siguen incrustados en la nomina de Duarte de Ochoa.



Es del dominio público que todas las acciones ejercidas por las autoridades municipales en los dos trienios que se compartieron con el gobierno de la fidelidad, fueron del conocimiento del propio Javier Duarte de Ochoa, siendo primero subsecretario y luego Secretario de Finanzas.



La pregunta que nos hacemos es: ¿Por qué hasta ahora? Después de varios años el gobierno del estado por fin está intentando hacer algo para combatir la corrupción.
Sabemos de buena fuente que los más de 115 objetivos señalados con casos de corrupción es la punta del iceberg en Veracruz, bueno por lo que corresponde al primer trienio del “maestro” Fidel Herrera Beltrán, Pero también en el último trienio existieron casos graves de corrupción en muchos municipios de la entidad veracruzana.

No hay que perder de vista que el estilo arcaico y valemadrista de Herrera Beltrán viene desde que se inicio con su maestro de maestros Luis Echeverría Álvarez.



Si hay casos de corrupción en los municipios, ¿qué será de las dependencias del propio gobierno del estado? Por lo que es necesario y urgente que el Doctor Javier Duarte de Ochoa legitime su presencia como gobernador, y para esto debe de escarbar en las cuentas y registros de las secretarías de estado del gobierno de Veracruz y herencia de la fidelidad, para confirmar lo que muchos ex funcionarios y/o empleados han estado señalando de la existencia de irregularidades que ameritan una causa penal por el ejercicio indebido de la función pública.

En la plática de café que sostuvimos este día con algunos colegas del medio periodístico, llegamos a la conclusión de que los dineros de la bursatilización, aunado a los pasivos onerosos contraídos por el gobierno del estado y municipios, estarán quedando fuera de las revisiones y averiguaciones, por lo que solo se están buscando los “chivos expiatorios” que serán exhibidos ante la sociedad veracruzana.



¿Acaso no hay ningún responsable del quebranto patrimonial del gobierno del estado? ¿Será capaz el gobernador Javier Duarte de Ochoa de llamar a cuentas al personaje que en su tiempo le dedico términos grotescos? ¿Tendrá el gobernador Javier Duarte de Ochoa los elementos necesarios para actuar en consecuencia? No hay que perder de vista que el gobernador actual, sabía de antemano de cómo se las gastaban, tanto los municipios, como los titulares de las distintas dependencias. Bueno y como se las gastaba Fidel Herrera, quien tenía el “pinche poder”.



Reconocer el quebranto económico estatal es sinónimo de total austeridad. Esto apenas inicia y quizá es el inicio de la madre de todas las batallas.



Bien por el Ing. Gerardo Buganza Salmerón y Erick Lagos, Secretario y Subsecretario de gobierno de Veracruz, al atender el asunto de las invasiones en el municipio de Emiliano Zapata, Ver., sabemos que este tipo de actos, me refiero a las invasiones, están orquestadas por personajes siniestros que utilizan a la clase más necesitada. La mano dura se ejerció, gracias a la aplicación de la justicia, aunque falta mucho por hacer. Ya que el estado de derecho debe de prevalecer en la entidad veracruzana.



Lo misma situación se presenta, con el análisis que está haciendo el propio Gerardo Buganza Salmerón para definir el tema del transporte urbano del estado de Veracruz, en donde los camioneros pretenden chantajear con sus paros al gobierno y al pueblo veracruzano.



Vergüenza deberían de tener los señores transportistas, que cuentan con unidades obsoletas, con cafres al volante que han provocado infinidad de accidentes y atropellamientos, aunado a un servicio pésimo sin duda de tercer mundo.

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